En ocasiones, el mercado eléctrico registra horas en las que el coste de la luz es cero o incluso negativo, pero esto no significa que los consumidores no paguen por la electricidad. Aunque el precio fijado en el mercado mayorista es un componente clave en las tarifas indexadas, como el PVPC, no es el único factor que determina el coste final de la luz para el consumidor.
Cuando se habla de «electricidad a coste cero», nos referimos a ciertas horas del día en las que, debido a factores como la alta producción de energías renovables, el precio de la electricidad en la subasta diaria baja significativamente. Sin embargo, incluso durante estas horas, el precio final de la electricidad incluye otros elementos, como los peajes de acceso, que cubren el mantenimiento de las redes de transporte y distribución, y los costes de comercialización.
La razón por la que hay horas de coste cero se debe a que la subasta del mercado eléctrico fija el precio en función de la oferta y demanda. Cuando la mayor parte de la energía diaria se genera a partir de fuentes renovables —que tienen un coste de producción más bajo—, el precio de la electricidad disminuye. Esto fue el caso recientemente en España, cuando la borrasca Nelson incrementó significativamente la producción de energías eólica e hidráulica, reduciendo el coste de la electricidad en el mercado mayorista.
No obstante, a pesar de que el precio del kilovatio hora pueda ser cero durante algunas horas, el coste final de la electricidad para los consumidores incluye otros cargos y componentes regulados, por lo que siempre hay algún coste asociado. Así, aunque la energía en esas horas sea más barata, nunca es completamente gratuita para el usuario final.